La filosofía de la mecánica cuántica
invita a un cambio de paradigmas y un cambio en la percepción de la realidad,
tanto es así que nos adentra a un mundo cuántico, el cual es el origen de la
realidad que percibimos.
La filosofía cuántica enseña que
podemos escoger nuestra visión del mundo entre una serie de posibilidades, por
tanto el trabajo consiste en identificar las posibilidades que servirán para una
mejor concepción de la vida.
Del fruto de la concientización de la
realidad cuántica proviene lo que se conoce como iniciación e iluminación, a la
vida trascendente, y la percepción de la realidad verdadera.
La conciencia es la que crea en último
término la realidad, porque la elección de lo que es real, suceso tras suceso,
siempre depende de la conciencia.
·
la conciencia es la base de toda la
existencia.
·
la conciencia es la base del Ser y la
fuente de la creación.
·
la conciencia juega un papel importante
en la configuración de la realidad.
·
la entidad que transforma la
posibilidad en realidad es la conciencia.
La manera de asimilar las leyes de la
mecánica cuántica implica el alejarnos de los paradigmas que conforman la
aparente realidad y crear una realidad nueva basada en el concepto de
consciencia. Aprender a percibir con nuestro “ser consciencia”, el cual es el
único que percibe la realidad más profunda.
Es decir se debe de dejar de pensar en
cosas y aprender a pensar en posibilidades, donde cada posibilidad es un
argumento de la conciencia.
Cuando alguien siente que percibe
este mundo como otro ser diferente a sí mismo, cuando alguien siente,
que no es él quien actúa, sino que su cuerpo es un instrumento de la realidad
cuántica trascendente, es decir, cuando únicamente se siente que es observador
de la vida, es cuando se dice que la persona se ha iniciado
al conocimiento trascendente.
El conocer el yo cuántico constituye la
iluminación.
Para llegar a “ser consciencia”, el
Yoga y principalmente la meditación nos proporcionan una gran ayuda, facilitándonos
un estado de ecuanimidad emocional.
Ecuanimidad quiere decir que el cerebro
va a procesar cualquier información sin verse mediatizado ni por la atracción,
ni por el rechazo, ni por la indiferencia.
Lo que la ecuanimidad hace es impedir
una reacción apresurada, automática y ciega. Nos ayuda a estar atentos, sin
preferencia alguna.
Eso es –ser consciente-, en donde no
hay opción, ni condena, ni juicio, ni comparación o interpretación; sólo
observación pura. Vivir en el momento presente implica un alto nivel de
atención, lo cual posibilita ver las cosas como realmente son.
En
resumen: Tan pronto como te das cuenta de que
tu propia observación es la causa de todo, entonces, siendo ecuánime, puedes
decidir crear otra realidad.
"Cambia la manera
cómo miras las cosas y
las cosas que miras cambiarán".
las cosas que miras cambiarán".
“Aunque nada cambie, si yo cambio,
todo cambia”
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