Cuando
te sientes solo, desolado,
no es la presencia de otra persona la que extrañas,
es tu propia cálida presencia.
no es la presencia de otra persona la que extrañas,
es tu propia cálida presencia.
En busca de
otro,
te has desconectado de ti mismo -
el dolor más grande de todos.
te has desconectado de ti mismo -
el dolor más grande de todos.
Abre tus ojos al
lugar donde te encuentras.
Conéctate de nuevo con un respiro. Con la brisa de la madrugada. Con el sonido de la lluvia. Con el silencio de una taza de té. Con las sensaciones que danzan en tu vientre, en el pecho, en la cabeza.
Conéctate de nuevo con un respiro. Con la brisa de la madrugada. Con el sonido de la lluvia. Con el silencio de una taza de té. Con las sensaciones que danzan en tu vientre, en el pecho, en la cabeza.
Sé aquí. Sumérgete
en tu dulzura. Observa cómo tu desolación se disuelve en una soledad exquisita
y en la espontaneidad de la mañana.
Quédate solo, con
el milagro de la vida misma.
- Jeff Foster
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